¿Quiénes trabajan con la ciudad a sus pies? En Mi Cámara y Yo descubrimos los oficios más fascinantes y los rincones más exclusivos de Madrid que ofrecen vistas espectaculares desde las alturas.
En la Puerta de Alcalá, un águila y dos halcones forman la "patrulla aérea" que, junto a David, un experimentado cetrero, ahuyentan palomas para proteger los monumentos históricos. Este método ancestral también se utiliza en aeropuertos y estadios, y sigue siendo tan efectivo como siempre.
Adil, amante de la escalada, convirtió su pasión en un oficio creando una empresa de trabajos verticales. Limpia fachadas, instala impermeabilizaciones y rehabilita edificios, todo desde las alturas, suspendido por cuerdas y arneses. No es una profesión para quienes temen las alturas.
El lujo también se eleva en Madrid: en el exclusivo barrio de El Viso, un ático de lujo con vistas al Santiago Bernabéu y un jacuzzi privado nos muestra otra forma de ver la ciudad, pero solo al alcance de unos pocos: el metro cuadrado aquí cuesta 23.810 euros.
Salvador y su hija Nuria se dedican a salvar vidas fabricando e instalando pararrayos en los tejados de Madrid, una labor vital que nos recuerda que, en los años 70, en España fallecían hasta 130 personas al año por rayos.
El croata Branco nos muestra otra profesión de vértigo: el mantenimiento de enormes árboles de hasta 12 pisos de altura. Un trabajo lleno de riesgos y anécdotas.
Por último, nos adentramos en la Torre de Cristal, el rascacielos más alto de España con 250 metros de altura y 50 plantas. Más de 3.000 personas trabajan diariamente aquí, disfrutando del jardín vertical más alto de Europa y de unas vistas inigualables.
