En San Blas, los vecinos rememoran la huida de los franceses del pueblo
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Una de las tradiciones más antiguas de Miraflores de la Sierra es la del "perrero" y es que el día de San Blas se conmemora a los vecinos que ahuyentaron a los soldados franceses en el siglo XIX.
Los vecinos se vistieron con los mantones, se pusieron cencerros e hicieron tanto ruido que los franceses pensaron que una estampida de animales les iba a atacar y se marcharon del pueblo. Las joyas que se ponen en el sombrero del traje que utilizan los perreros emulan a las que robaron los franceses y se dejaron al huir del pueblo
Durante la fiesta se organiza una comida en la pradera de San Blas que corre a cargo del Ayuntamiento y en la que durante 7 horas se cocinan unas 3.000 raciones de patatas con bacalao. Así, los perreros recorren buena parte del pueblo, mientras los vecinos no paran de festejar su día grande.