Según los datos facilitados por la Cátedra UAM-Linde, en España el 73% de enfermos de EPOC no están diagnosticados. La tasa de prevalencia de esta enfermedad se sitúa en un 11,8%, y es predominante en mayores de 40 años. Es más, tres millones de españoles padecen esta enfermedad.
Julio Ancochea, jefe de neumología del hospital de La Princesa, explica en Salud al día la medida más fácil para prevenir la EPOC.
El propio especialista asegua que “es una enfermedad que va despacito” y que “es recomendable realizar una espirometría a partir de los 35 años si se tiene tos o problemas respiratorios”. Asegurando que la medida más fácil de combatirla es “dejar de fumar”.
Causas
La principal causa de esta enfermedad es la exposición al humo del tabaco, tanto los fumadores activos como pasivos.
Otros factores de riesgo que se pueden considerar son la contaminación del aire tanto en el interior como en el exterior y la exposición laboral a polvos y productos químicos (vapores y gases), así como antecedentes de enfermedades respiratorias en la infancia.
Síntomas
Los síntomas más habituales son la disnea (dificultad para respirar), la tos crónica y la expectoración. A medida que avanza la EPOC, estos síntomas se hacen más frecuentes apareciendo incluso estando en reposo provocado que la persona tenga que dormir semi-sentada.
Diagnóstico y tratamiento
Como en todas las enfermedades, el diagnóstico rápido es muy necesario ya que predispone a padecer exacerbaciones llegando a ser potencialmente mortal.
La enfermedad se confirma con una prueba diagnóstica simple, llamada espirometría, que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado.
La prevención siempre será la mejor herramienta en materia de salud. El solo hecho de no fumar previene la mayoría de los casos de EPOC.