Enriquecer tus platos con tomate o productos derivados de este alimento es una buena estrategia para beneficiarte de su poder antioxidante.
El tomate es una fuente de vitaminas, potasio, fósforo y fibra y presenta un alto contenido en carotenos como el licopeno (sustancia que aporta el color rojo al tomate), y que actúa como antioxidante natural para nuestro organismo. Podemos asimilar mejor el licopeno del tomate cuando lo cortamos o trituramos y el aprovechamiento de esta sustancia es mayor cuando lo acompañamos de grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra.
Natalia Moragues, Licenciada en Farmacia y Nutrición y Dietética, nos explica por qué debe ser consumido con moderación en personas con enfermedades renales, problemas de acidez o gastritis, entre otros, y nos advierte sobre los productos procesados que se realizan a partir del tomate debido a su alto contenido en azúcares.