El juzgado de primera instancia número uno de Santiago ha condenado a una aseguradora a pagar casi 13 millones de euros a una familia cuyo hijo, debido a una negligencia en el parto, tiene una discapacidad reconocida del cien por cien tras nacer con sordomudez, ceguera absoluta y epilepsia.
También parálisis cerebral espástica, retraso mental y "múltiples" afecciones severas, según la sentencia que ordena la "indemnización más alta concedida hasta la fecha en España por un caso de esta naturaleza".
El fallo, por ahora, no es firme y puede ser recurrido en apelación ante la Audiencia Provincial de A Coruña.
Los hechos se produjeron en 2015, cuando la madre de la víctima de estos hechos acudió a un hospital privado de Santiago de Compostela para dar a luz, clínica en la que se le indujo el parto sin éxito y donde se intentó de manera natural también sin éxito.
A ello siguió "un retraso en la intervención quirúrgica" necesaria, que era una cesárea.
Por la demora, se produjo una "hipoxia intraparto", que ocurre cuando hay una privación de oxígeno que produce la muerte de células cerebrales.
El pequeño llegó a ser trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de la ciudad pero el daño ya estaba hecho, expone este bufete, que indica que el niño sufre de pérdida total de autonomía y necesita muchos cuidados.