Complutum, en Alcalá de Henares, ofrece a los más pequeños conocimientos sobre los yacimientos y la historia de la localidad de una forma práctica
Los niños pueden convertirse en arqueólogos por un día aprovechando los días de verano para conocer de cerca la historia de su ciudad
REDACCIÓN
Más de 3.000 niños podrán investigar, mediante la actividad Complutum, los yacimientos de Alcalá de Henares y Hoyo de Manzanares en la que los niños podrán identificar y clasificar todos los objetos que encuentren.
Con una pala, un pincel y una gorra para protegerse del sol, los niños se visten de uniforme para ser el mejor excavador convirtiéndose por un día en arqueólogos. Así, los niños aprovechan estos días de verano para conocer de cerca la historia de su ciudad, en este caso los romanos de Alcalá de Henares.
Mediante esta actividad los niños no han dudado en excavar absolutamente de todo. “Hemos descubierto un cuerpo entero”, nos comenta una niña muy ilusionada. “He encontrado un cuerno”, dice otro niño mientras lo sujeta en su mano. También, otros niños se han encontrado con algunas dudas: “Esto no sé lo que es”.
Así, Complutum en Alcalá de Henares ofrece a los más pequeños conocimientos de toda clase. El responsable de la actividad, Diego Marín, nos cuenta que “tenemos que utilizar un discurso que ellos comprendan, pero que no les suene a que se lo están simplificando demasiado”, haciendo que los niños comprendan la importancia de conocer la historia de la localidad.
Al final ellos se lo quedan en la cabeza y no dudan en comentarnos todo lo que han podido aprender en un día de excavación “los techos que hemos encontrado no eran en modo de pico, había una pared y luego lo demás si que eran en picos”.
Esta iniciativa impulsa el patrimonio de Madrid, siendo el yacimiento romano más importante de la región y que sirve para educar sobre la importancia de la historia y de la cultura de la región.
Este año se cumple la cuarta edición de Complutum, y este año pretenden llegar a los 10.000 niños participantes contando desde que se puso en marcha el proyecto en 2015.