El entorno de la antigua fábrica de Clesa, en el barrio de Fuencarral, se transformará en un complejo de hospedaje y oficinas ligado a la biotecnología, las universidades cercanas y al hospital Ramón y Cajal.
Serán casi 90.000 metros cuadrados de espacio a regenerar. El edificio de la emblemática fábrica se rehabilitará y dedicará a las ciencias de la salud.
Las obras han comenzado ya frente al hospital Ramón y Cajal. Allí se va a levantar una residencia de estudiantes con 585 habitaciones.
También frente al hospital, habrá otro de edificio de hospedaje de media estancia, pensado para profesionales o familiares de pacientes ingresados.
La antigua fábrica de Clesa, cerrada desde 2012, se convertirá en un centro dedicado a la innovación e investigación en biotecnología.
El complejo se completa con dos edificios más, uno de cinco plantas, otro de 26, que serán para oficinas.
Todo estará rodeado de zonas verdes, 18.000 metros cuadrados de espacio peatonal que quedará conectado, mediante una pasarela por encima de las vías, con el Hospital y la estación de Cercanías.
El complejo incluye espacios comerciales y de restauración y bajo la superficie, un aparcamiento de 1.200 plazas, habrá una parte privada y otra de rotación, para dar servicio a quienes acuden en coche al hospital.