Las autoridades canadienses han declarado el estado de emergencia en la ciudad de Kelowna, situada en la zona sureste de Canadá y donde viven más de 140.000 personas, ante el incesante avance de un incendio forestal, mientras más al norte, en Yellowknife, prosiguen a contrarreloj los trabajos de evacuación también por el fuego.
En el caso del fuego que acecha a Kelowna, en la Columbia Británica, su rápido avance ya ha obligado a ordenar la evacuación de 2.500 personas y a poner bajo aviso a unas 5.500 viviendas. Una autopista ha sido cerrada y las autoridades temen lo que pueda ocurrir en las próximas horas.
Un responsable de la oficina que responde a incendios forestales en la región, Cliff Chapman, ha advertido de que las condiciones meteorológicas, marcadas por altas temperaturas y fuertes vientos, anticipan "las 48 horas más complicadas del verano en relación a los fuegos", según la cadena BBC.
Canadá mira además de cerca la situación en los Territorios del Noroeste, después de que las autoridades recomendasen la evacuación completa de la capital regional, Yellowknife, con más de 20.000 habitantes. Las autoridades han dado a la población como plazo hasta este viernes por la noche, aunque han pedido que no esperen al último momento.
De hecho, han organizado vuelos para todas aquellas personas que no pueden salir por carretera. El jueves, unas 1.500 personas han salido gracias a estos vuelos oficiales, mientras que para este viernes se habían previsto unas 1.800 plazas, con la vista puesta por ejemplo en personas que requieren un tratamiento médico especial o reclusos y trabajadores de una cárcel.
El país norteamericano lleva semanas viviendo una de sus peores olas de incendios, con más de 5.500 fuegos registrados desde el inicio del año. Las autoridades estiman en más de 13 millones el número de hectáreas calcinadas hasta el momento, un dato sin precedentes históricos.