El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado este martes que estaba "todo en regla" en el edificio en obras del distrito de Fuencarral-El Pardo, en el que fallecieron dos obreros tras el derrumbe de unos forjados, y los técnicos estudian su posible derribo o si se puede mantener estable.
El Ayuntamiento ha revisado los permisos y licencias del inmueble ubicado en la calle Lezama con calle Llodio, cerca de la Avenida Cardenal Herrera Oria, en el que se derrumbaron dos forjados de unas 10 toneladas de peso que cayeron sobre los obreros, con dos fallecidos y un rescatado que resultó herido.
El alcalde ha indicado que el edificio cumplía con toda la normativa municipal y ha indicado que la continuación de las obras es algo que tendrán que decidir los técnicos.
"Son los que tienen que tomar la decisión acerca de si está en condiciones para poder seguir manteniendo una estabilidad, o si por el contrario es necesario proceder al derribo y a generar un edificio de nueva construcción. Pero eso todavía es una cuestión preliminar, serán los técnicos los que tengan que tomar las decisiones al respecto", ha trasladado.
Almeida ha afirmado que la prevención de los riesgos laborales es un tema que compete a diversas administraciones y ha subrayado que "nada apunta" a que se hubiera podido producir una infracción en ese ámbito. "Desgraciadamente lo cierto es que este tipo de accidentes se suelen producir", ha lamentado.
Además, ha transmitido sus condolencias y el pésame del Ayuntamiento a las familias y seres queridos de los dos fallecidos y ha afirmado que se muestra a disposición de ellos para "toda aquella gestión que puedan necesitar".
Asimismo, Martínez-Almeida ha agradecido a los Bomberos del Ayuntamiento el "extraordinario trabajo" que realizaron ayer en el lugar, "en circunstancias complicadas y muy difíciles".
"Era muy arriesgado poder llegar hasta los cuerpos de estas dos personas. Finalmente lo pudieron conseguir y al mismo tiempo apuntalar la estabilidad del edificio, con consecuencia de que se encontraba en un estado que hacía muy posible que se pudieran producir más derrumbes de forjados, y que incluso las vías estuvieran en mal estado", ha relatado.
La investigación continúa
La calle Lezama ha amanecido este miércoles entre el shock y la tristeza, en otro día difícil para los trabajadores de las obras cercanas.
Mientras se investiga qué pudo pasar. Se abren varias hipótesis: un error de cálculo o de ejecución, o la retirada de un pilar o incluso la posibilidad de que no se hubiera valorado el estado del edificio por el paso del tiempo.
Tras analizar el estado de la estructura, los técnicos valorarán si es necesaria o no la demolición