El Banco de España actualiza sus previsiones de crecimiento de la economía española. Prevé que el PIB en 2023 sea del 2,3% y revisa a la baja el crecimiento económico de los próximos años 2024 y 2025. Una rebaja, motivada entre otros factores, por el encarecimento de la energía. La tasa de inflación subirá este año y el que viene.
La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial del tercer trimestre revela que la facturación habría retrocedido tras el aumento en el segundo trimestre y se observan “indicios de pausa en el proceso desinflacionista”, tanto por la parte de los costes de producción como de los precios de venta.
Que las empresas estén bajando su facturación y la menor afiliación a la Seguridad Social son síntomas ya poco halagüeños- dice el Banco de España en su Informe- en el que sí mantiene la previsión de crecimiento económico para este año en el 2,3%, la misma cifra que hoy la OCDE, pero lo revisa a la baja para 2024 hasta el 1,8%, y hasta el 2 en el 2025.
Los resultados de la encuesta muestran que el proceso de disminución de las presiones inflacionistas iniciado a finales del año pasado “se habría interrumpido” en el tercer trimestre del año. Así prevé también que los precios sigan subiendo hasta el 2025. Cuatro puntos más este año hasta el 3,6% pero 7 más todavía en 2024, sobre todo por el encarecimiento de los carburantes.
En este sentido, este trimestre, los resultados muestran un repunte del porcentaje de empresas afectadas negativamente por el aumento del coste de la energía.
Una situación, preocupante, porque genera riesgo de estanflación, con una economía estancada y los precios subiendo, cuyo efecto sería un menor poder adquisitivo.
El Banco de España no esconde que el deterioro del contexto internacional, el encarecimiento de los créditos, las dudas sobre la ejecución de los Fondos Next Generation o nuestro déficit y deuda públicas elevados pueden generar todavía mayor incertidumbre.