El Gobierno se reúne de nuevo en plena crisis con Argelia, de la que Pedro Sánchez aún no ha hablado públicamente. En el Consejo de Ministros, el Ejecutivo ha aprobado el anteproyecto de lo que ha llamado ‘Ley de Equidad Sanitaria’, una norma con la que dice querer blindar la Sanidad Pública y garantizar su universalidad y que limitaría la colaboración de la Sanidad privada con la pública.
Entre otros asuntos, se cierra la puerta a nuevos copagos, se ponen trabas a que se privatice la sanidad pública y se amplía la asistencia sanitaria universal.
Según ha detallado en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Carolina Darias, una de las medidas más importantes del Anteproyecto es "blindar" la sanidad pública, de forma que el modelo de gestión "preferente" a partir de ahora será la "directa", es decir, la realizada directamente por las administraciones públicas.
En cualquier caso, también se establecen "excepciones" para que la gestión de los centros sanitarios sea "indirecta", es decir, a través de modelos privados, pero solo como "complementaria y de apoyo". "Nunca sustituiría a la pública", ha asegurado Darias.
De esta forma, solo se podrá externalizar la gestión sanitaria "cuando no sea posible la gestión directa" y cuando se motiven una serie de requisitos por parte de las comunidades autónomas, como "la optimización de recursos sanitarios" o la "insuficiencia de medios propios para prestar los servicios".