El Gobierno ha salido en tromba a criticar la marcha de Ferrovial de España con destino a Países Bajos.
La respuesta más dura ha sido de la vicepresidenta Nadia Calviño, que ha telefoneado hoy al presidente de la empresa Rafel del Pino, para culparle por una "decisión erronea".
Fuentes económicas aseguran que Calviño le ha recordado a Del Pino que "su empresa se lo debe todo a España y que ha crecido gracias a la inversión pública y que le extraña esa falta de compromiso con el país".
El PP y la Comunidad de Madrid aseguran que es el Gobierno el que expulsa a estas empresas con sus políticas.
La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha firmado que "hay que respetar las decisiones de las empresas". Y pide al Ejecutivo que se cuestiones si con sus decisiones ha animado la marcha de la constructora.