El papa Francisco cree que el Vaticano podrá ayudar en el regreso de los niños ucranianos que han sido llevados forzosamente a Rusia, según afirmó durante el vuelo de regreso de su visita de tres días a Hungría, en el que además adelantó que "hay en marcha una misión" de la Santa Sede, aunque no quiso dar detalles.
Al responder a los periodistas sobre la petición del primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, de ayudarle a que puedan regresar los niños llevados a Rusia, el papa confirmó que se podrá hacer. "Pienso que sí, porque la Santa Sede ha trabajado ya como intermediaria en algunas de las situaciones de intercambio de prisioneros a través de la Embajada (rusa ante la Santa Sede) y creo que puede trabajar también en esto", explicó. Y afirmó que "la Santa Sede está siempre dispuesta a hacer de todo por las causas justas y ayudar" en casos como este, "que son casos de humanidad".
Francisco también hizo un llamamiento para que "no cese el entusiasmo" en la ayuda a los refugiados ucranianos.
Citó el caso de las mujeres ucranianas que huyen de la guerra y advirtió de que si se pierde en entusiasmo y la atención a estos casos "pueden llegar los buitres" y aprovecharse.
También confirmó que habló de las posibilidades de diálogo para detener la guerra en Ucrania con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, pues "la paz se hace abriendo canales y nunca con cierres". "Esto no es fácil, y es el discurso que he hecho a Orbán y el que hago en todos los sitios", agregó.
Además adelantó, aunque no quiso dar más detalles, que "hay en marcha una misión" de la Santa Sede en este sentido.
El primer ministro ucraniano habló con Francisco el pasado día 27 en el Vaticano, donde dialogaron sobre el plan de paz que ha indicado el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, y de "los posibles pasos que podría dar el Vaticano para ayudar a llegar a la paz". Además de pedirle ayuda para que puedan regresar al país los niños llevados a la fuerza a Rusia, también invitó de nuevo al pontífice a que vaya a visitar su país.
Por otra parte, sobre su reunión en Budapest con el patriarca Hilarión, quien fue durante años la mano derecha del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo, explicó que la guerra también fue uno de los temas.
Francisco comentó que aunque después de la guerra sólo ha mantenido un contacto con Cirilo, sigue en contacto con su ahora representante de Exteriores, Antoni, y que aunque la reunión con el patriarca se suspendió por la guerra "se tendrá que hacer".