Tras varias semanas preocupados por la pertinaz sequía que venía sufriendo todo el territorio nacional, el mes de abril ha llegado acompañado de precipitaciones torrenciales que encharcan las explotaciones agrarias y arrasan todos los cultivos que encuentran a su paso.
Estas lluvias torrenciales y han venido además acompañadas por fuertes granizadas en algunas zonas, lo cual ha terminado por arruinar cosechas enteras.
Es el caso de Carabaña, donde la lluvia y el granizo cayeron con fuerza este pasado lunes.
En apenas veinte minutos llegaron a caer hasta 30 litros por metro cuadrado en apenas quince minutos.
Las calles de la localidad quedaron convertidas en ríos y los campos sufren las consecuencias de unas precipitaciones torrenciales que perjudican especialmente a muchos agricultores de la zona que ya llevan pendientes del tiempo desde hace meses.
Las cosechas de cereales y de olivares han quedado especialmente afectadas y algunos agricultores ya dan la campaña por perdida.
A esta complicada situación hay que sumar el incremento de los costes de producción, lo cual parece abocar al sector al desastre si no reciben ayudas por parte de las Administraciones.
La situación, además, no parece que vaya a mejorar a corto plazo. Un total de 11 comunidades autónomas permanecen este miércoles bajo aviso por lluvias y tormentas fuertes coincidiendo con el último día de la primavera meteorológica.
La AEMET anuncia que en los próximos días continuará el tiempo inestable en la mayor parte del país, con posibilidad de chubascos, sobre todo por la tarde, con chubascos localmente fuertes y acompañados de tormentas y de granizo.