Jean-Pierre Maréchal, el hombre que imitó los métodos de Domninique Pelicot de drogar a su mujer para poder violarla en estado inconsciente y ofrecer para ser violada, se reconoció como "violador" y "criminal", y dijo estar arrepentido de los abusos a los que sometió a su propia esposa.
"Lamento mis actos, quiero a mi esposa", señaló Maréchal en su declaración en el juicio en Aviñón (sureste de Francia) en el que está acusado junto a Dominique Pelicot y a otros 49 hombres imputados por haber violado bajo los efectos de ansiolíticos a la mujer de éste, Gisèle.
Maréchal está inculpado no por violar a Gisèle Pelicot, sino a su propia mujer, Cilia, a la que administró para eso en una decena de ocasiones entre 2015 y 2020 medicamentos que la dormían, siguiendo las indicaciones de Dominique Pelicot, que participó con él en los abusos.
Insistió en que merece la cárcel porque era "un violador criminal" que cometió "actos innobles" y pidió perdón.
"He hecho mal a mi esposa, es muy grave", respondió cuando el presidente, Roger Arata, le interrogó sobre unas declaraciones durante la instrucción en las que decía que merecía la cadena perpetua, una pena a la que no puede ser condenado con los cargos por los que está encausado (como máximo serían 20 años).
El imitador contó que conoció a su maestro en la plataforma de encuentros coco.fr, ahora cerrada por los múltiples delitos que se han descubierto, y que se conectó "por casualidad" cuando consultaba sitios pornográficos y le llamó la atención una ventana emergente.
Según su relato, Dominique Pelicot le propuso ir a violar a Gisèle, algo que rechazó porque no podía violar a una mujer que no fuera la suya. Luego, en una conversación entre ambos cuando su interlocutor supo que tenía mujer le convenció para drogarla y de esa manera poder abusar de ella.
"Si no hubiera conocido a Dominique Pelicot, nunca habría pasado al acto", aseguró Maréchal, que como antecedentes de su comportamiento delictivo explicó los abusos, en particular sexuales, que había vivido en su propia familia con su padre.
Uno y otro reconocieron en la vista haberse transmitido en directo vídeos de violaciones que habían grabado cada uno por su parte
De la decena de veces que Maréchal drogó a su mujer, únicamente en cuatro o cinco los ansiolíticos tuvieron un efecto suficientemente fuerte como para dejarla en un estado de inconsciencia que permitiera abusar de ella, de acuerdo con su relato porque tenía miedo de darle una dosis excesiva.
De hecho, esas prácticas cesaron un día en que Dominique Pelicot estaba en casa de Maréchal para abusar de Cilia y ésta se despertó.
Jean-Pierre Maréchal le dio diferentes excusas sobre la presencia de ese extraño en su propia habitación que no le acabaron de convencer, pero la mujer no fue más allá y ni siquiera después de que se descubriera todo ha querido denunciarlo y constituirse en acusación particular, como sí ha hecho Gisèle Pelicot.
Gisèle Pelicot debe declarar esta tarde de miércoles o este jueves ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse después de que ayer lo hiciera el que ahora es su ex marido (el divorcio se formalizó en agosto), que también admitió todos los hechos de los que ha sido acusado.
También esta tarde podrían emitirse por primera vez en la audiencia imágenes grabadas por Dominique Pelicot de los abusos a Gisèle, una cuestión que está condicionada a la presencia de unos abogados que estuvieron ausentes por la mañana.