El mundo se enfrenta a la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Conflictos, catástrofes y crisis migratorias desencadenan enfermedades y problemas de desnutrición que se agravan y padecen 110 millones de niños de todo el mundo. Unicef hace un llamamiento de emergencia.
En cinco años se ha triplicado el número de niños necesitados de ayuda humanitaria. Chema Vera, director ejecutivo de UNICEF dice que 37 millones de niños han tenido que abandonar casas, campos de juegos y se han desplazado.
En todas partes del planeta. Zoya y su familia intentan sobrevivir a las afueras de Kiev tras perder su casa. Los movimientos migratorios junto a la escasez de agua y la desnutrición, son consecuencia del conflicto, el clima extremo, la pandemia y el incremento de precios de los alimentos y la energía.
Más de 8 millones se encuentran en situación de desnutrición de máxima gravedad con riesgo para sus vidas. Los nietos de Babo en Kenia la padecen.
Casi 10.000 mil millones de euros (el precio que pagará Alemania por 35 aviones de combate) serían necesarios para cubrir los objetivos de ayuda en 2023 con los que dar acceso al agua, luchar contra la explotación sexual o la enfermedad.
En España, sin riesgo extremo, un tercio de niños viven en la pobreza y un 10% padecen privación material severa.