El nuevo diseño del Ministerio de Educación para la EBAU genera críticas, no gusta ni a los académicos de la lengua castellana ni a escritores.
En este reciente modelo la lengua española, cooficial e inglesa aparecerían juntas en una misma prueba. Del mismo modo, historia y filosofía se aglutinarían bajo un modelo de examen de 25 preguntas en forma de test o con casillas para rellenar, y 3 preguntas de desarrollo con un máximo de solo 150 palabras.
'Pierde la reflexión lingüística y el estudio de la literatura, de manera innecesaria', apunta Salvador Pons, Catedrático de Lengua Española en la Universidad de Valencia.
Por lo que, con estas normas capacidades como la argumentación o la reflexión no se evaluarían. El rechazo al formato ha sido apoyado por miembros de la Real Academia Española y colectivos de profesores.