Enero ha terminado con la cifra más alta de fallecidos en carretera de la última década. Aumenta el número de conductores de edad avanzada detrás de estos siniestros. España tiene, además, uno de los parques de vehículos más viejos de toda Europa.
Ha sido un mes de enero especialmente negro en las carreteras, con 100 fallecidos, algo que no se veía desde hace 10 años. Los expertos apuntan varios factores entre ellos no hacer uso de los accesorios de seguridad en el momento del accidente.
Este aumento de la siniestralidad se ha producido en un contexto de menor número de desplazamientos, concretamente un uno por ciento menos de movimientos de largo recorrido que enero de 2019.
También aumentan los siniestros mortales con conductores de edad avanzada implicados. Diecisiete de los fallecidos este año tenían más de 65 años. Una cifra que dobla la del año pasado.
La DGT abre la posibilidad a reducir los plazos para pasar el examen psicotécnico en esa franja de edad. Cada año 30.000 conductores no pasan el examen psicotécnico y otros 300.000 lo pasan con restricciones.
A ese problema se añade la antigüedad del parque móvil, la falta de mantenimiento de los vehículos y los que no pasan la ITV. Un cóctel explosivo a la hora de sufrir un accidente. España tiene uno de los parques de vehículos más viejos de toda Europa.
De los cien fallecidos en enero de este año, la mayoría, 49 viajaban en turismo, seguidos de 14 en motocicleta, once eran peatones, seis iban en furgoneta, cinco en un camión de más de 3.500 kilos, tres en bicicleta, uno en camión de hasta 3.500 kilos y en once casos se desconoce.
El día con más fallecidos fue el pasado domingo 30 de enero, con 12, y en cambio se registraron tres días sin víctimas mortales.