En la víspera de la aprobación de la reforma laboral, los pasillos del Congreso echan humo. Declaraciones, corrillos y muchas preguntas de la prensa, para tratar de saber si finalmente el Gobierno logrará el apoyo de los socios de investidura o si se rompe por primera vez ese bloque.
El apoyo anunciado por Ciudadanos parece situar al Ejecutivo al borde de tener los apoyos necesarios para la convalidación de la reforma laboral.
La vicepresidenta Yolanda Díaz no ceja en sus intentos para aprobarla con los socios de la investidura, ERC, PNV y Bildu.
Todos dicen que negociarán hasta el último minuto, pero ello no es óbice para que no se acusen mutuamente. Es el caso de Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso que asegura que alguien del Gobierno "se ha pasado de frenada" al pensar que su formación iba a apoyar una ley que no deroga la reforma laboral del PP, en contra de lo que se había prometido, y que "sólo gusta a Ciudadanos".
Desde el Ejecutivo se intensifican las conversaciones con los grupos parlamentarios para tratar de garantizar los respaldos suficientes a la convalidación del proyecto normativo.
Yolanda Díaz apela directamente a Esquerra Republicana de Cataluña: "Hemos planteado propuesta respetando el acuerdo del diálogo social que no han sido respondidas e instamos a ERC a sentarnos a negociar, con seriedad, en una mesa. Insisto, hay tiempo", ha desgranado.
Mientras desde el PP, Teodoro García Egea insiste en el no del PP a una reforma laboral que "sólo busca salvar el empleo de Sánchez y Díaz".