Este viernes se celebra el Día Internacional de Libertad de Prensa. Hace 33 años se aprobó durante un seminario de Naciones Unidas y la Unesco, la declaración Windhoek, que reconoce como indispensable para la democracia la prensa libre, igualitaria y plural, sin monopolios y con el mayor número de diarios, revistas y otras publicaciones que reflejen la más amplia gama posible de opiniones.
Según el informe anual de RSF, que se presenta este viernes en Zaragoza con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, España "no se salva" del deterioro global del periodismo por la presión política, pero "resiste" en un escenario mundial "desalentador".
España ha escalado del puesto 36 al 30 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF) debido a la mejora del contexto legal y de seguridad y por el declive de otros países. Sube puestos pero aumenta la presión política, según RSF
RSF elabora su lista teniendo en cuenta cinco indicadores que miden la salud de la libertad de prensa: indicador político, indicador económico, marco legal, contexto sociocultural y seguridad de los periodistas.
En relación con el informa de 2023, España ha subido de 78,74 a 81,73 puntos en el marco legal y de 82,51 a 90,08 en seguridad, pero desciende en el indicador político de 72,12 a 68,96; en el indicador económico de 60,33 a 59,72, y en el contexto social de 82,51 a 90,08.