Nuestras facultades al volante se resienten con el paso de los años. Poco a poco los reflejos, la vista y el oído no responden como antes. Por eso, hay que estar atentos a las señales que nos avisan de que ha llegado la hora de dejar de conducir.
En España hay medio millón de personas con 76 años o más que continúan conduciendo. Para ellos es difícil jubilar el carnet de conducir y el código de circulación no marca un límite de edad. Pero a medida que se cumplen años, también aumentan las limitaciones y problemas de salud.
Los expertos apuntan algunos signos que indican que tenemos que plantearnos dejar el coche aparcado: cuando nos perdemos en sitios que antes le resultaban conocidos, los coches de alrededor nos pitan con asiduidad o sufrir percances como ralladuras o golpes son algunas de las señales a las que tenemos que prestar atención.
Dunia Tellade, responsable de comunicación de Cleverea, señala que el perfil medio de la persona que tiene que dejar de conducir es “el de un hombre de unos 75 años que vive en una gran ciudad. Y es que las mayores dificultades en la conducción se dan en las grandes urbes.
Algunas de las recomendaciones para mejorar la conducción de las personas mayores son mantenerse activo, vigilar la vista y evitar situaciones de riesgo.