Les contamos una historia en positivo. María ha podido abrazar por fin a su hija. Se contagió de Covid en la última etapa de su embarazo, su estado se complicó y fue sometida a una cesárea de urgencia en el Gregorio Marañón. Atrás queda la angustia, ahora es la mujer más feliz.
María estaba embarazada de 31 semanas y, a sus 34 años, tuvo que ingresar en la UCI del hospital Gregorio Marañón por las complicaciones derivadas del Covid- 19. No estaba vacunada.
“Allí estuve regular, me costaba respirar, tosía mucho y decidieron que me iban a hacer una cesárea”, dice María.
Cesárea urgente
Una cesárea urgente cuyo objetivo era garantizar el bienestar de la madre y el de su bebé, aunque reconoce que los momentos previos fueron complicados. “Lo pasé mal, tuve miedo... pero conseguí salir adelante”.
Su hija Valeria también ha salido adelante, se encuentra en perfecto estado, aunque aún permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. La evolución ha sido muy buena, dicen los médicos.
En el último mes las césareas urgentes a embarazadas no vacunadas e infectadas de coronavirus han aumentado porque la mujer embarazada tiene mucho más riesgo.
Por eso el objetivo es fomentar la vacunación de las futuras madres y evitar complicaciones para que todas las historias acaben como la de María, que ya ha podido abrazar a su hija.