La Policía Municipal de Madrid ha intervenido 152 botes de espray, cuyo origen están investigando al poder ser ilícito, a dos grafiteros mientras pintaban en los muros de un parque del distrito de Latina.
Los agentes han levantado seis denuncias por un delito continuado de daños a los dos sospechosos, quienes se enfrentan a sanciones de entre 300 y 3.000 euros por grafiti, ha informado el cuerpo municipal.
Los dos grafiteros fueron localizados por una patrulla la madrugada del pasado 16 de junio en las inmediaciones del parque de la Ermita del Santo y, al observar que portaban gran cantidad de espráis en el maletero de un coche, comenzaron a vigilarlos.
Cogieron varios botes, se dirigieron al interior del parque y volvieron al coche al cabo de una hora, no sin antes hacer una última pintada en un muro situado en la entrada del mismo.
Fue entonces cuando fueron abordados por los agentes, quienes les identificaron y preguntaron acerca de lo que estaban haciendo.
Los sospechosos admitieron que, además del último, habían estado pintando varios muros del parque y plasmando sus firmas: "Owen" y "Denor".
La Policía Municipal interpuso seis denuncias contra ellos por un delito de daño continuado, por los que se enfrentan a multas de entre 300 y 3.000 euros, dependiendo de la reincidencia y del tamaño de las pintadas. También les intervinieron los 152 espráis que portaban en el maletero del vehículo, que venían sin etiquetar.
Es por ello por lo que los agentes de la Sección de Protección del Patrimonio Urbano (Sepropur) de la Policía Municipal han abierto una investigación para determinar su origen, ya que creen que podrían haberlos comprado antes de que fueran puestos a la venta en el mercado y, por lo tanto, habrían pagado un precio inferior