Irán vuelve a violar los derechos de las mujeres. El parlamento del país acaba de aprobar un nuevo reglamento que endurece el control sobre su vestimenta. Las iraníes podrían enfrentarse a 10 años de cárcel sino llevan el velo o el hiyab o no lo llevan bien colocado.
Hace cuatro días se cumplía el primer aniversario de la muerte de Masha Amini, la joven de 22 años que era reprobada por una policía por no llevar bien colocado el velo y murió a golpes durante la detención.
Una ola de rabia recorrió el país tras el fallecimiento de la joven. Al grito de 'mujer, vida y libertad' miles de iraníes se echaron a la calle. Hay 500 fallecidos, pero las protestas se extienden como la pólvora y las mujeres se retiran el velo en público. Una revolución por sus derechos que se hace eco en otros países e incluso las redes sociales.
Desde entonces muchas escuelas femeninas han sufrido misteriosos ataques con gases. A estas alturas la represión ha surtido efecto y la intensidad de las protestas se desvanece.
El parlamento ha recrudecido las penas de cárcel, hasta diez años, para las que no lleven velo o vistan de forma inadecuada. Multas incluso para los dueños de empresas que atiendan a mujeres sin hiyab y sanciones también económicas pro enseñar pierna o mangas cortas en las redes sociales.
El Gobierno de Irán ha acusado, una vez más, a los países occidentales de tratar de provocar la sedición en su territorio con el anuncio de nuevas sanciones y las llamadas a acabar con la discriminación de las mujeres por el aniversario.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, afirmó que las últimas sanciones a su país y las muestras de apoyo a las iraníes son “un intento desesperado para crear sedición en la República Islámica de Irán