El plan para establecer peajes en las autovías fue presentado como parte del plan de recuperación económica de España y era considerado un requisito clave para desbloquear las ayudas financieras europeas. Sin embargo, la medida provocó un gran revuelo en todo el país y generó fuertes críticas por parte de la población.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó a negar la existencia de un compromiso con Bruselas para implementar los peajes en las autovías, lo que generó aún más confusión y descontento entre la ciudadanía.
Tras la polémica, el Gobierno español ha mantenido conversaciones con la Unión Europea y finalmente ha logrado un acuerdo que descarta la implementación de peajes en las autovías en el año 2024.
A cambio de esta decisión, España se ha comprometido a impulsar el transporte ferroviario como parte de sus esfuerzos para abordar las preocupaciones medioambientales y mejorar la movilidad sostenible en el país.