La presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa del Partido Popular Europeo (PPE) Roberta Metsola, ha logrado este martes el apoyo del 90,2% de los votos expresados en el pleno constitutivo celebrado este martes en Estrasburgo (Francia) para renovar su mandato al frente de la institución para un periodo de dos años y medio más, la primera mitad de la décima legislatura que ahorra comienza.
Así, con una mayoría de 562 votos de los 623 válidos expresados en la primera ronda de votación, la conservadora se ha impuesto a la candidata alternativa presentada la víspera por la Izquierda europea, la eurodiputada de Podemos Irene Montero, que ha obtenido 61 votos, una quincena más de los que le aseguraba el apoyo de su propio grupo.
"Ésta debe ser una Cámara sin miedo a liderar y cambiar. Necesitamos fortalecer y racionalizar nuestras operaciones para garantizar que este Parlamento pueda ser el poder legislativo y político que queremos que sea", ha señalado Metsola.
Así, ha defendido que defenderá como presidenta "un Parlamento fuerte en una Unión fuerte" y para ello, ha avisado, "no se puede aceptar que nuestro papel como diputados sea diluido, el parlamentarismo debe ser reforzado".
"Mi objetivo es construir puentes y crear alianzas, no puedo saber quiénes me han votado porque es secreto, pero quiero aprovechar la oportunidad para enviar un mensaje claro de que represento una mayoría proeuropea", ha dicho Metsola en una rueda de prensa tras su elección.
Aunque la votación es secreta, el resultado apunta a que no sólo ha contado con los apoyos de la llamada coalición de centro entre el PPE, los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales (Renovar Europa, RE) para repartirse los altos cargos de la UE, sino que también ha sumado numerosos votos entre la ultraderecha y parte de los Verdes. En este contexto, Metsola ha insistido en que representa un "centro firme" que espera que permita "construir" alianzas que permitan una Europa "que funciona".
Antes, en su discurso de investidura, la maltesa, eurodiputada desde 2013, ha dicho que en esta nueva legislatura la Eurocámara debe "construir en lugar de destruir", "no tener miedo a tomar el camino difícil" y ser "contrapartida de la autocracia" por el interés común de los europeos, el Estado de derecho y una verdadera igualdad entre europeos.
En rueda de prensa previa a la sesión, la copresidenta de la Izquierda europea, la francesa Manon Aubry, ha explicado que la decisión de presentar una candidatura alternativa --pese a reconocer la "voluntad inclusiva" de Metsola-- responde a la necesidad de "mostrar que no hay unanimidad, que hay una oposición de izquierda que se hace oír" y hacerlo con una figura feminista como Montero.
Mientras, en una intervención ante el pleno antes de la votación, Irene Montero ha dicho que su candidatura representa la defensa de "una Europa de paz, que apueste por el fin del genocidio del pueblo palestino, feminista, verde, antirracista, antifascista, de derechos para los trabajadores y trabajadoras y de justicia social". Estas palabras han recibido algunos abucheos que han sido apagados por aplausos.
Tras la reelección de Metsola, el pleno reunido en Estrasburgo (Francia) continuará con la elección de los 14 vicepresidentes de la Eurocámara --a las que aspiran dos españoles: el popular Esteban González Pons y el socialista Javi López-- y los cuatro cuestores de la institución.
UNA EUROCÁMARA MÁS FRAGMENTADA
La X legislatura arranca con un Hemiciclo más fragmentado que en el pasado y con un aumento de la extrema derecha que se ha traducido en la constitución de tres grupos de esta corriente. Un 54% de los eurodiputados ocupan por primera vez un escaño en la Eurocámara y un 39% del hemiciclo lo ocupan mujeres.
El PPE fue el más votado en las elecciones del pasado 9 de junio, lo que le ha permitido sumar 188 escaños de los 720 en juego. Le siguen los Socialistas y Demócratas (S&D), con 136 eurodiputados, y la nueva alianza de ultraderecha promovida por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Patriotas por Europa, con 84 asientos, incluidos los 6 de Vox.
En cuarto lugar se sitúan los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), segunda fuerza de la extrema derecha en la Eurocámara, con 78 asientos, y que cuentan como principal delegación con el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, Hermanos de Italia.
Así, caen al quinto lugar los liberales europeos (Renovar Europa - RE), con 77 escaños; seguidos de los Verdes, con 53; la Izquierda europea, con 46; y cierra la Europa de las Naciones Soberanas que cuenta con 25 escaños y que está liderada por la ultraderecha alemana de Alternativa por Alemania. Quedan, además, 33 eurodiputados que no pertenecen a ningún grupo y figuran como no inscritos.