La Guardia Civil vio verosímil al principio la tesis del descuartizamiento del cuerpo de Marta Calvo porque pudo acreditar que el autor confeso de su desaparición compró sierras, bolsas y productos de limpieza, pero la ausencia de perfiles genéticos en el supuesto escenario y la búsqueda en los vertederos han llevado a los investigadores a dudar de esta teoría.
"Objetivamente hay elementos que contrastamos, como son las compras de diferentes productos, pero el escenario donde el procesado dijo que desarrolló el descuartizamiento no nos ofreció credibilidad, entre otras cosas porque apenas pudimos hallar el perfil genético de Marta", ha explicado uno de los seis guardias civiles que han declarado este martes en el juicio.
La Guardia Civil examinó durante meses 16.800 metros cúbicos de basura en el vertedero de Dos Aguas, donde se derivan los restos de la planta de tratamiento de Quart de Poblet.
"¿Pudo haber descuartizado el cuerpo? Sí, pero los restos no llegaron ni al vertedero de Dos Aguas ni al centro de tratamiento de Guadassuar", ha explicado este agente, que ha puesto en duda la confesión de Jorge Ignacio Palma, que aseguró haberse deshecho de los restos de la joven valenciana en contenedores de Silla y Alzira.
Este martes, por otro lado, ha declarado también la madre de Marta, que visiblemente afectada ha relatado el proceso de búsqueda y denuncia de su hija, incluído el encuentro con el presunto asesino.
"Llamaron y me dijeron que habían descuartizado a mi hija. ¿Por qué? Eso una madre no tiene que oír", ha afirmado.
El supuesto asesino de su hija, Jorge Ignacio P.J., se enfrenta, tal y como reclama Fiscalía, a 130 años de cárcel por 11 delitos de abuso sexual --tres de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones--; y un delito contra la salud pública. Por su parte, los padres de Marta Calvo, quienes ejercen en el procedimiento como acusación particular, piden para el acusado la prisión permanente revisable. Las otras víctimas personadas en la causa también reclaman esta pena. La defensa reclama la absolución.
El caso de Marta Calvo se remonta a la noche del 6 de noviembre de 2019 en una vivienda de la localidad valenciana de Manuel. La madre ha explicado que esa noche su hija, que se puso a ejercer la prostitución para poder abrir un centro de belleza con ella, le mandó un mensaje y le dijo que estaba con un cliente en Manuel. Le envió la ubicación.
"Me dijo que no me preocupara", ha afirmado la madre, quien ha asegurado que mantenía una relación y una comunicación "muy intensa y diaria" con Marta. Al día siguiente, cuando se despertó, le mandó varios mensajes a su hija pero no le contestaba. Tampoco cogía el móvil. "Era raro pero pensé que estaría durmiendo", ha narrado.
A mediodía le volvió a mandar un mensaje y le pidió que le dijera algo porque estaba preocupada, pero tampoco obtuvo respuesta. Dejó pasar el día y el viernes por la tarde, día 8, acudió a Manuel, hasta la ubicación que le había enviado su hija.
Una vez allí, llamó al timbre pero no le abrían. Tras insistir, finalmente le abrió el acusado, mientras a ella le acompañaba un vecino de la localidad. "Este señor me abrió la puerta, le pregunté por Marta, iba todo vestido, arreglado, con una cazadora y con las manos en los bolsillos, y me dijo con toda serenidad del mundo que no conocía a Marta", ha narrado.
"Me dijo que lo sentía mucho pero no me miraba a los ojos. El a mí no me miraba, miraba al señor mayor. Incluso me dijo que si no me creía que no estaba Marta, que podía entrar y verlo. Pero le contesté que no, que me fiaba de él", ha explicado, y ha añadido: "Tengo esa pena de decir por qué no pasé porque, igual, mi hija estaba todavía dentro. Si hubiera pasado igual mi hija estaba aún ahí", ha dicho.
Regresó a su casa y el domingo se fue a la Policía a denunciar la desaparición. "El policía me dijo que mi hija, siendo lo que era, igual estaba en Palma o Ibiza y venía con 20.000 euros. Yo le contesté que es nunca lo haría", ha narrado. "Al final me puso de mala gana una denuncia que tenía siete líneas y porque le insistí", ha agregado.