La calle Montera ha sufrido una gran transformación en las últimas décadas. Tras su metamorfosis urbanística, ha pasado de ser foco de la prostitución y de las drogas a ser elegida para abrir nuevos comercios u hoteles.
Pero este cambio no es solo evidente para los comerciantes y vecinos, también lo es para los transeúntes, que tras peatonalizarse la calle y crear el nuevo acceso de Metro se ha masificado.
Con la llegada de la comisaría y la Policía Nacional, la calle se hizo más segura y transitable, y ahora se ha convertido en una de las mejores calles de Madrid, conectando la puerta del Sol y Gran Vía.
Esto ha provocado que cada vez más franquicias se ubiquen en esta zona, convirtiéndose poco a poco en una calle más comercial y transitable.
La última tienda en aterrizar en Montera ha sido la tienda de Lefties más grande del mundo, que ya ha atraído a cientos de personas a pesar de la lluvia y el mal tiempo.