Parece ciencia-ficción pero sus inventores aseguran que no lo es. En febrero llega al mercado el chicle anticovid, hecho en España.
Se trata de un producto que contiene un cóctel de tres ácidos combinados para levantar una barrera contra el virus dentro de la boca. Se va a comenzar a vender en Canarias.
Se le ha llamado ‘mascarilla hinchable’. Aparentemente es igual que un chicle, que cualquier otro chicle, hasta en las pompas que permite hacer. El sabor también es igual, sabe a menta, pero su finalidad es frenar al virus.
La idea surgió en Barcelona y se buscó a un científico que diera con la fórmula. Aseguran que dos laboratorios han certificado que inactiva el virus, que no es tóxico y que no erosiona los dientes. En la calle hay diferentes opiniones, hay quien recibe la idea con optimismo y quien lo hace con recelo.
En todo caso hay que tener en cuenta que no se va a comercializar como producto farmacéutico y se advierte que no es la panacea y que, aunque se utilice, hay que continuar observando todas las medidas de seguridad que nos protegen como el uso de la mascarilla, el lavado de manos y el mantenimiento de la distancia de seguridad.