Este fin de semana se han producido nuevas denuncias de pinchazos a mujeres por sumisión química en contextos de ocio en Santander, Barcelona, Gijón. El último caso que se investiga ha ocurrido en Huesca.
La Guardia Civil ha abierto una investigación por un posible caso de pinchazo a una mujer durante el Monegros Desert Festival, que se ha celebrado este fin de semana en Fraga con más de 50.000 asistentes.
Los Mossos d'Esquadra de Lleida habrían recibido una denuncia por parte de una joven que tuvo que ser trasladada en ambulancia a las Urgencias del Hospital Arnau de Vilanova, según El Heraldo de Aragón.
La mujer se encontraba durante la madrugada del sábado en compañía de su pareja cuando notó un pinchazo en la pierna que a los pocos minutos la dejó aturdida y con las extremidades dormidas.
La ciudad aragonesa ha preparado un dispositivo de seguridad para evitar posibles agresiones sexuales o pinchazos.
En Gijón, una menor da positivo en MDMA
Este caso es el último de la oleada de denuncias que se vienen registrando desde hace semanas en varios puntos del país.
En País Vasco se investigan una docena de pinchazos a mujeres en discotecas y en Gijón se ha registrado uno, cuya víctima es menor y que ha dado positivo en MDMA.
En Andalucía, la Policía investiga varios pinchazos a cuatro jóvenes en una caseta en una feria de Lucena, en Córdoba, y el pinchazo a una turista francesa en Málaga, ocurrido en la madrugada del 8 de julio.
Cataluña estudia casi una veintena, la mayoría de los casos en locales de Lloret de Mar (12) y en Barcelona (7).
Por ello, la Generalitat ha aprobado este lunes un protocolo de actuación y pide a las víctimas que acudan rápidamente a un centro hospitalario con un acompañante para realizar análisis toxicológicos.
No constan robos ni agresiones sexuales
Varias de las afectadas, como Nicole, cuentan que han notado un pinchazo en una discoteca de Lloret de Mar y empezaron a notar mareo y que se les dormía el brazo.
A Victoria se le acercó un chico directamente y vio cómo sacaba una aguja de su riñonera. Afortunadamente, pudo esquivar la agresión.
La alarma se extiende desde los primeros pinchazos ocurridos en las fiestas de San Fermín aunque, hasta el momento, en ninguna de las denuncias consta robo o agresión sexual tras los pinchazos.