Los pinchazos a mujeres que se están dando en fiestas y en discotecas y que en su mayoría no han dado positivo en narcóticos tras los análisis constituyen un delito tipificado en el Código Penal.
Así lo explica el abogado penalista Miguel Capuz. Un pinchazo, independientemente de si es por sumisión química o no, es constitutivo de delito.
"Cuando se está introduciendo un objeto en el cuerpo de otra persona y se está menoscabando su salud con más o menos intensidad y con un resultado más o menos lesivo, es un delito", afirma.
Los pinchazos constituyen un delito de lesiones que puede acarrear desde multas hasta 5 años de cárcel, dependiendo del grado de peligrosidad del instrumento usado, del nivel de daño causado a la víctima o de si se ha detectado drogas tras la agresión.
Además, el riesgo que implica el hecho de utilizar drogas fuera del entorno sanitario es peligroso ya que la víctima podría estar expuesta a enfermedades como el VIH si las agujas se han usado con otras personas y no han sido desinfectadas.
El fenómeno, que se ha extendido estas últimas semanas en contextos de ocio nocturno y cuyos primeros casos en Europa salieron a la luz en Reino Unido y Francia, genera muchas dudas sobre su intención y finalidad.
Ninguno de los casos registrados ha dado positivo en drogas en los análisis clínicos salvo el caso de Gijón, donde una menor dio positivo en éxtasis tras denunciar haber sido pinchada en una discoteca.
Tampoco se han denunciado robos o agresiones sexuales asociados a estos pinchazos, por lo que los expertos creen que detrás se encuentra una acción más enfocada a infundir terror psicológico y a generar alarma.
Las fuerzas de seguridad ya han establecido protocolos de actuación en las discotecas y locales de ocio nocturno y en algunas comunidades autónomas ya se han empezado a realizar registros a la entrada, como es el caso de Cataluña, donde más casos se han denunciado hasta ahora.
Los pinchazos se extienden a más comunidades autónomas
El último, el de una mujer que denuncia haber sido pinchada en una discoteca de Lérida el fin de semana pasado.
En Galicia se investigan dos nuevos casos denunciados este jueves, uno en Pontevedra y otro en A Coruña, mientras que tres jóvenes han sido atendidas tras asegurar haber sufrido un pinchazo durante el festival Arenal Sound de Castellón.
La preocupación aumenta ante un aumento de denuncias que se extienden a varios puntos de España. Cataluña estudia más de una veintena de pinchazos a mujeres jóvenes, País Vasco investiga más de una docena, Andalucía más de una decena, además de los investigados en Galicia, Navarra, Cantabria, Asturias, Baleares, Aragón, Valencia y Castilla-La Mancha.