Las altas temperaturas afectan a los medicamentos que tenemos en casa. Muchos de ellos no pueden superar los 30 grados o perderán su efectividad. Algunos incluso deben guardarse en la nevera.
Esto se indica en el envase o en el prospecto, ya sea con un icono de un copo de nieve o incluso en escrito. Es importante fijarse ya que las olas de calor aumentan las temperaturas del hogar y esto puede perjudicar tanto a medicamentos tan típicos como antiinflamatorios, como a jarabes o cremas.
Además, los farmacéuticos alertan sobre los medicamentos que guardamos en el coche, donde pueden alcanzar más de 50 grados, por lo que sería necesario deshacerse de ellos.