En pleno corazón del mes de agosto, cuando muchos madrileños optan por escapar de la ciudad en busca de refugio frente al calor, la capital no se detiene en su atractivo para los turistas. A pesar de las altas temperaturas, los visitantes extranjeros continúan llegando y explorando los municipios, los pueblos y las calles del centro histórico, dotando a la ciudad de un dinamismo constante.
Desde primeras horas del día, se puede observar el ir y venir de turistas que, provistos de mapas y cámaras de fotos, se lanzan a descubrir los rincones más emblemáticos de Madrid. Los icónicos abanicos y botellas de agua se han convertido en accesorios indispensables para hacer frente al cálido ambiente veraniego. Los hoteles también son testigos del flujo constante de viajeros, con un incremento notable en la ocupación, que se sitúa en torno al 50%.
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, espera unos "muy buenos datos" turísticos para este puente de agosto en línea con la tendencia de este verano. Así lo ha apuntado tras una visita a la restauración de la Iglesia del Carmen y San Luis y ser preguntado por los periodistas por las expectativas para este puente de la Asunción, que en Madrid cuenta, además, con la particularidad de que este martes es el día de la patrona popular de la capital, la Virgen de la Paloma.
Adiós al Madrid "vacío" durante agosto
Al hilo, ha explicado que en la región está dejando atrás la clásica imagen de un Madrid "vacío" en agosto con una "tendencia muy buena" que se está consolidando" y que apunta a una ciudad "abierta" y "receptiva" en la que es menos estacional el turismo.
"Hablamos de esos 800.000 turistas internacionales que nos visitaban en junio, subiendo la media de ese mismo mes de otros años, esos casi 4 millones que han venido entre enero y junio de 2023, todo esto nos hace seguir anclados en esa idea de que vamos hacia adelante", ha sacado pecho el consejero. Entiende que Madrid ya no experimenta esas "bajadas del mes de junio" y que ahora lo que vive son subidas de visitantes, algo que confía en que se extrapolará a este puente.