El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez viaja este jueves a Marruecos. Visita enmarcada en las nuevas relaciones con el país vecino, tras el giro de la política del gobierno español sobre el Sáhara, y en el que el control del flujo migratorio es clave.
El Gobierno considera que la reunión que mantendrán este jueves en Rabat el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI marcará no sólo la normalización de la relación bilateral, sino el inicio de una etapa histórica entre los dos países con hechos concretos que lo irán evidenciando.
Si esa cita ya tiene un carácter simbólico de cierre definitivo de la crisis diplomática entre España y Marruecos, el simbolismo se refuerza con la invitación del monarca alauí al jefe del Ejecutivo de compartir el "iftar", la cena con la que se rompe el ayuno del ramadán.
Habrá un encuentro previo entre ambos en el que abordarán diversos asuntos de la agenda de colaboración mutua para superar el paréntesis iniciado hace un año con el rechazo de Marruecos al ingreso hospitalario en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali.
Una decisión tras la que hubo una avalancha de migrantes irregulares en Ceuta procedentes de Marruecos sin que lo impidieran las fuerzas de seguridad de este país.
Hace un mes, más de 2.000 personas intentaron saltar las vallas de Ceuta y Melilla. Casi la mitad logró entrar en España.
Tras la carta que Sánchez envió a Mohamed VI, las cifras se han frenado súbitamente: los inmigrantes ilegales no llegan al centenar.
El paso definitivo para dejar atrás las diferencias fue la carta enviada por Sánchez a Mohamed VI en la que consideraba la propuesta de autonomía presentada en 2007 por Marruecos ante el conflicto del Sáhara Occidental como la base "más seria, creíble y realista" para resolverlo.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, acompañará a Sánchez este jueves, ya avanzó que en ese viaje pretendía que se acordara la normalización completa de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas, y eso es lo que el Gobierno prevé que ocurra en el encuentro con el rey marroquí.
Estaba previsto que el pasado 1 de abril viajara a Rabat para reunirse con su homólogo, Naser Burita, y concretar la visita posterior de Sánchez, aunque tras una conversación telefónica la víspera entre el presidente del Gobierno y Mohamed VI se consideró innecesario ese viaje previo preparatorio.
La visita de Sánchez se produce también poco antes de la reunión del Consejo de Seguridad del 20 de abril destinada al contencioso del Sáhara.