Un nuevo equipo de cirugía robótica flexible permite operar sin dejar ese tipo de huella y con una recuperación más rápida y con menos riesgo de complicaciones para quienes tienen peor tolerancia a la cirugía, por ser más frágiles o de avanzada edad. Es el primero en nuestro país y se encuentra en Parla, en el Hospital Infanta Cristina. Ya ha operado con éxito a 4 pacientes.
Está especialmente diseñado para intervenciones en garganta, cuello cara u oídos. Acceder a puntos hasta el momento inabordables con la tecnología disponible aprovecha los orificios naturales del organismo, por ello no precisa incisiones ni cicatrices y minimiza riesgos. Con este nuevo robot ya han sido operados cuatro pacientes en la base de la lengua y en las cuerdas vocales.
Este nuevo sistema de cirugía robótica flexible supone un paso más en el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva, después de que seis grandes hospitales madrileños incorporan nuevos equipos de cirugía robótica, al acceder al organismo por sus vías naturales: en cirugía de cabeza y cuello, colo-rectal, transabdominal y transtorácica.
El consejero en funciones de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha conocido hoy el funcionamiento de esta tecnología pionera, que además permite aumentar el número de pacientes tratados en un día y abordar diferentes patologías con un mismo sistema.
Más beneficios
Otros beneficios de la cirugía robótica flexible son la reducción del dolor postquirúrgico, una recuperación más rápida, menor riesgo de infección y complicaciones, menor pérdida de sangre y transfusiones, una incorporación más rápida a las actividades diarias, menos daños para los tejidos y músculos críticos para comer y menos posibilidad de colostomía.
La implantación de este sistema de cirugía, además, es rápida, fácil de montar y de aprender, se puede integrar en cualquier quirófano, es más seguro y más preciso, menos invasivo y sólo necesita de un cirujano.