El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto a la Comunidad Valenciana como ejemplo de convivencia y de "la mejor España", un país cuyo modelo autonómico muestra, para el president de la Generalitat, Ximo Puig, "signos de agotamiento" que deben subsanarse con una "profundización federal".
Sánchez ha sido el primer presidente del Gobierno en asistir al acto institucional del 9 d'Octubre, Día de la Comunidad Valenciana, celebrado en el Palau de la Generalitat y donde se han entregado los 34 premios que el Gobierno valenciano ha concedido a personalidades y entidades del ámbito cultural, solidario, deportivo o económico.
El presidente ha defendido en el discurso que ha cerrado el acto que "la mejor España" se construye "desde el diálogo y desde la suma de voluntades, la que prima la convivencia sobre el agravio territorial", y la que "se encuentra y se reconoce en las oportunidades de consenso frente a los que buscan excusas para la confrontación y el enfrentamiento".
Tras señalar que la valenciana es una "tierra que ha hecho del autogobierno un catalizador histórico para reivindicar una identidad que no se define por lo que se opone, sino por lo que se puede construir y aportar", Sánchez ha apuntado que esa es la España "por la que merece la pena luchar y dedicarse".
XIMO PUIG: NI SEPARATISMO, NI RECENTRALIZACIÓN
Previamente, Puig ha afirmado: "Ahora que las instituciones catalanas se han levantado de la mesa en la que siempre contribuyeron a la apertura, es precisamente la Comunitat Valenciana la referencia".
Tras reclamar financiación justa, inversiones equitativas y lealtad institucional, y defender la igualdad entre personas y la singularidad de los territorios, Puig ha advertido de que quienes "frenan la reforma proponen una contrarreforma. La pasividad o el bloqueo cuando la sociedad necesita cambios es retroceder".
En el 780 aniversario de la entrada del rey Jaime I en Valencia, Puig ha manifestado que es "necesaria la voz valenciana, respetuosa y reformista, para liderar la defensa de las autonomías", y ha lanzado un "un mensaje claro contra la polarización: ni separatismo ni recentralización".
CARMEN ALBORCH: EL FEMINISMO DEBERÍA SE RECONOCIDO COMO PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD
La exministra valenciana de Cultura Carmen Alborch, reconocida con la Alta Distinción de la Generalitat, ha hablado en nombre de los premiados y ha afirmado que el feminismo "ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos" y que por ello "debería ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad".
Alborch ha destacado que es "imprescindible la lucha" y la "esperanza" por una sociedad mejor y más igualitaria, y se ha mostrado esperanzada de que el "efecto" contagio surgido en la sociedad tras el movimiento feminista continúe, ya que ha permitido que "se escuchen más voces diferentes" y la apertura de "más espacios" para las mujeres y para los hombres "cómplices".
La Generalitat ha reconocido también con su Alta Distinción al dispositivo Esperanza del Mediterráneo, que atendió la llegada del buque Aquarius al puerto de Valencia y a los 629 inmigrantes que rescató, y que según la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, fue una muestra de la "solidaridad" de la sociedad valenciana, desde el "respeto" y el "cariño" hacia estas personas. Han recogido el galardón Vanessa Giner (educadora de CEAR), Yakob Tyara (voluntario de la Cruz Roja y refugiado), Rim Hanza (voluntario interprete) y Emily Sini, una de las inmigrantes nigerianas que rescató el Aquarius, quien visiblemente emocionada ha roto el protocolo y ha dirigido unas palabras de agradecimiento a Pedro Sánchez.
Entre el resto de premiados se encuentran los tenistas Anabel Medina y David Ferrer, el Valencia CF, las ilustradoras Paula Bonet y Ana Juan, las rectoras de la Universitat de València, Mavi Mestre, y de la Universitat Jaume I de Castellón, Eva Alcón, el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela, la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, la Fundación Cañada Blanch y la Delegación Territorial de la ONCE.
Por su parte, la Reial Senyera, la bandera de la Comunidad Valenciana, ha salido un año más en solemne procesión por el centro de Valencia con una amplia representación política -ya sin el presidente del Gobierno- e institucional que ha contado con un gran despliegue policial para impedir incidentes de grupos radicales, lo que no ha evitado que en determinados puntos haya habido abucheos a los cargos públicos.
