EEUU intenta asimilar la tragedia tras la muerte de 19 menores y dos profesoras en una escuela primaria de Texas. El presidente norteamericano, Joe Biden, viajará al lugar para confortar a los familiares
La pequeña localidad de Uvalde, a apenas hora y media de la frontera con México, llora a las 21 víctimas del tiroteo. Los detalles sobre la sangre fría con la que actuó el autor de la masacre, Salvador Ramos, sobrecogen. En el lugar de los asesinatos se están dejando flores en recuerdo a las víctimas de la tragedia.
Entre el duelo y la consternación familiares y vecinos han realizado una vigilia en memoria de las víctimas. Aún no han asimilado la tragedia. Cientos de personas han rendido homenaje a los 19 niños y 2 adultos que perdieron la vida.
El asesino, Salvador Ramos, anunció su intención en Facebook. Primero dijo que iba a disparar a su abuela, y lo hizo en la cara. La mujer sigue en el hospital. Antes de los hechos avisó a la policía, ya que había visto estas fotos con armas en las redes sociales y sospechaba de sus intenciones. El abuelo Rolando Reyes en shock desconocía que tenía armas en su domicilio..
Anunció también que iba a la escuela primaria. Tuvo un accidente, abandonó su camioneta y se dirigió a la escuela. Llevaba chaleco antibalas. En un aula de cuarto de primaria, tras una barricada arrinconó a 19 alumnos.
Eva e Irma, profesoras, intentaron proteger con sus cuerpos a los pequeños en un vano intento por salvarles la vida. Una de ellas estaba casada con un policía.
El excongresista demócrata Beto O'Rourke interrumpió este miércoles indignado la rueda de prensa del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, sobre el tiroteo de la víspera en un colegio de ese estado, donde 19 niños y dos profesoras fallecieron.
Abbott acababa de ofrecer detalles en su comparecencia sobre el presunto autor del tiroteo y daba el relevo en la conferencia de prensa a su segundo en la gobernación, Dan Patrick, cuando O'Rourke se acercó vociferando al estrado desde el que hablaban.