En la Audiencia Nacional ha declarado este jueves como investigado el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, 'exnúmero dos' del Ministerio del Interior, por su presunta participación en la coordinación del supuesto espionaje al extesorero del PP, Luis Bárcenas.
Martínez ha asegurado en su declaración ante el instructor que investiga la 'operación Kitchen´ que el ministro del Interior en ese momento, Jorge Fernández Díaz, estaba al tanto del dispositivo que se creó para sustraer información al extesorero del PP, Luis Bárcenas.
El exresponsable de interior lo ha dicho al inicio de su comparecencia ante el magistrado Manuel García Castellón, dejando así claro que cumpliría con su promesa de tirar de la manta en este asunto. Lo hace diez meses después de haber sido imputado en la causa. Según ha declarado, el ministro conocía la identidad de al menos uno de los topos que la Policía había colocado en el entorno de la familia Bárcenas.
Además, explicó que el excomisario José Manuel Villarejo tenía orden expresa de facilitar la información que tuviera sobre la operación policial montada para espiar y arrebatar documentación al extesorero del PP al Centro Nacional de Inteligencia.
La de hoy es la tercera vez que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 le llama a declarar por estos hechos desde que le imputó el pasado mes de enero por su posible implicación en esta operación que se pagó presuntamente con fondos reservados y obtuvo información que se ocultó a la autoridad judicial.
Se sintió abandonado por sus superiores
Según fuentes presentes en la declaración, Martínez explicó al juez que no estuvo al tanto de la existencia de la operación hasta que Fernández Díaz le preguntó de forma directa por el chófer del extesorero, Sergio Ríos, que fue captado para espiar a la familia cobrando 2.000 euros mensuales que, supuestamente salían de los fondos reservados. Con todo, Martínez insistió en que no tuvo ninguna participación en esta trama.
Sobre la relación de Villarejo y el CNI, Martínez explicó que fue de colaboración en los primeros tiempos, pero acabó rompiéndose por enfrentamientos personales entre el excomisario y el entonces jefe de los servicios de inteligencia, Felix Sanz Roldán.
Martínez se sintió abandonado por sus superiores y se sintió especialmente dolido por la reacción de Fernández Díaz cuando empezaron a salir a la luz detalles sobre la 'operación Kitchen´ de la que dijo no tener conocimiento. Ese fue el motivo por el que el que fuera 'número dos' de Interior decidió acudir a un notario para dejar constancia de los mensajes intercambiados con Fernández Díaz.