Más de 300 policías locales de 11 municipios madrileños practican cómo emplear los métodos y dispositivos de tecnología avanzada y también cómo manejar situaciones de riesgo y de mucha tensión. Se preparan para afrontar todo tipo de situaciones en la calle.
En ocasiones son los primeros en llegar a los sucesos y deben intervenir de forma adecuada y precisa. Aprenden 25 asignaturas teóricas y prácticas durante 6 meses.
En sus intervenciones deben afrontar situaciones contra la seguridad de las personas y las propiedades, pro también de auxilio y rescate. Por ello practican para, por ejemplo, sofocar pequeños incendios en domicilios o realizar una primera atención de urgencias.
A veces su trabajo consistirá en afrontar situaciones límite, defender y defenderse en un ataque y, en caso extremo de riesgo vital, saber disparar armas de fuego. 300 de ellos estarán patrullando las calles en un mes. Medio centenar son mujeres.