Los jóvenes madrileños que quieren comprar una vivienda lo tienen difíciln pero no imposible. Es una de las conclusiones del último informe del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid, que además apunta a que casi la mitad necesita ayuda familiar para poder comprar.
Las principales motivaciones que llevan a los jóvenes a plantearse comprar una vivienda son emanciparse o cambiar de inquilino a propietario.
"Las razones de índole personal, es decir, quiero formar una familia, empiezan a ganar protagonismo frente a las de índole puramente económico", ha asegurado Eloy Bohúa, director general del Salón Inmobiliario.