El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado este lunes que no va a liderar un partido "desestabilizador ni bronco", pero tampoco "ingenuo ni incauto" sino que defenderá una formación "firme y en su sitio" para inaugurar esta nueva etapa en la oposición.
En su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP, ha terminado recomendando a todos los presentes, barones regionales y cargos del partido: "Pensemos en grande y miremos lejos porque más pronto que tarde nos encargarán el futuro de España".
Casado se ha presentado ante los suyos como un partido alejado de los extremos, que cree que "no hay moderación alguna en negar la realidad e ignorar los hechos", por lo que ha avanzado que van a denunciar todas las malas acciones del Gobierno, empezando por el nombramiento como fiscal general de Dolores Delgado.
Pero sin "entrar en la habitación del pánico o en la trinchera", ha apostillado, antes de advertir también de que no piensa acercarse a Vox, sino que "con habilidad e inteligencia habrá que huir" de quien pretende hacer de la "confrontación" su modo de actuar o cree que la política consiste en "gritar muy fuerte".
En este sentido, ha añadido que el PP "no tiene vocación de minoría indomable, sino de mayoría imbatible" y se marca como objetivo la "reagrupación del constitucionalismo" para convertirse en la "gran plaza mayor de la España constitucional", incluyendo incluso a los socialdemócratas.
"No hay un partido PP duro y un PP blando, hay un único PP", ha aseverado, además de rechazar también que su historia se pueda resumir entre "halcones y palomas", porque lo peor que pueden hacer es "asumir las divisiones que nos quieran crear", ha aconsejado Casado a los suyos.
Y es que los populares son un partido "y no una federación asimétrica como sus adversarios", ha apuntado en una nueva llamada a la unidad interna el líder popular, para quien lo peor que puede hacer los populares es atender a las críticas venidas de fuera sobre su supuesta "crispación" o su carácter "radical".
Porque "cuando dicen que nos crispemos, pretenden que nos rindamos a este Gobierno radical, pero no lo vamos a hacer", ha considerado.
En su discurso, aparte de marcar el camino a seguir por el PP como líder de la oposición, no he escatimado las críticas al Gobierno, que considera el "más ultra" de la historia de España y que cree que pretende encubrir su propia deriva en este sentido, alentando el enfrentamiento y atacando a la supuesta "derecha crispadora". "Pensar que la oposición tienen intención de serlo en lugar de decir que el Gobierno no tiene intención de serlo es tener la mirada muy desenfocada", ha manifestado a este respecto.
Frente a este Gobierno "radical" ha anunciado un PP "abierto de par en par a la sociedad" y "de guardia permanente" para estar al servicio de los españoles y la puesta en marcha de lo que ha denominado un agenda para la nueva mayoría, con la que buscará la colaboración activa de la sociedad civil.