Las alergias afectan a ocho millones de personas en España. Un 30% se da entre la población joven y su incidencia es cada vez mayor entre los niños pequeños.
Aunque se asocia habitualmente a los meses primaverales, hay plantas que polinizan en los meses de invierno y que pueden desencadenar procesos alérgicos respiratorios en esta época del año, originando rinitis, conjuntivitis y asma.
La mayoría de las patologías alérgicas en invierno son causadas por la familia de las cupresáceas. En este tipo de plantas, que incluye los cipreses y arizónicas, polinizan en los meses más fríos del año, alcanzando sus niveles más altos en enero y febrero.
En los últimos diez años se ha duplicado el porcentaje de alérgicos a las gramíneas que han pasado del 35 por ciento al 74 por ciento; la arizónica del 9 por ciento al 23 por ciento, el plátano de sombra del 7 por ciento al 14 por ciento.
Hay otras causas que inciden en que las alergias se amplíen a todas las estaciones: la emisión de partículas contaminantes procedentes de las calefacciones y de los motores diésel altera la estructura del polen haciendo que este genere proteínas de estrés como mecanismo de defensa y aumentando su capacidad de inducir una respuesta alérgica en personas susceptibles.