En sólo tres años los nuevos coches que se fabriquen tendrán que tener un limitador de velocidad con radar. Una normativa que el Parlamento Europeo ratificará este martes. Un sistema de velocidad inteligente que los conductores podrán ignorar cuando éste les avise.
Se implementarán nueve sistemas de seguridad. El más polémico, el asistente inteligente de velocidad que obtiene la información a través de la cartografía y leyendo las señales de tráfico.
Caja negra obligatoria
No es éste el único dato que registrará la caja negra, que será obligatoria en todos los vehículos. Entre las novedades de la nueva normativa están una cámara trasera para reducir atropellos, luces que parpadean en frenadas de emergencia o un sensor de somnolencia para movimientos y trayectorias erráticas.
Además, tendrán que tener un interfaz para la conexión de un alcoholímetro y un sistema de distracción que controla dónde mira el conductor. El objetivo: reducir los fallecidos al volante, unas 25.000 personas al año en Europa.