La típica picaresca española no huye del coronavirus en estos días de reclusión.
Están los que no se lo toman en serio, como en un bar de Zaragoza donde decidieron celebrar una fiesta la madrugada del lunes. La celebración acabó con varios detenidos por resistencia a la autoridad.
Y luego están los que directamente se lo toman a broma, como un joven de Murcia que se dedica a bajar disfrazado a la calle. La Policía local le interceptó paseando y el joven confesó que quería hacer una gracia y le mandaron para casa.
Llamemoslo picaresca o directamente irresponsabilidad, el caso es que las tácticas de algunos para saltarse el confinamiento ya rozan el absurdo, como un hombre de Palencia que salió a la calle con un perro de juguete. La Policía ya ha avisado de que le van a sancionar.
Otros han llegado a ofertar a sus mascotas a través de páginas de anuncios. Hasta 50 euros para pasear un perro.
Recordamos, esto, además de irresponsable, no sirve para nada, porque Sanidad dice que solo se puede sacar al animal a hacer las necesidades básicas y de ahí directamente a casa. Nada de hablar con los dueños de otros perros.