Llegan los indultos. El último capítulo de un proceso independentista que ha durado años y que amenaza con colear aún más. Muy pocos aventuraban, cuando comenzó todo, que los líderes del 'procés' acabarían en prisión.
Cuando en septiembre de 2017 aprobaron la ley de Referéndum y fueron advertidos de las consecuencias penales de ello nadie podía aventurar que acabarían donde acabaron.
Días después se produce la concentración frente al departamento de Economía de la Generalitat. A la cabeza de todo se puede ver a los dos Jordis, Cuixart y Sánchez, encima de un coche de la Guardia Civil. Iban a ser imputados por sedición.
Llega el 1 de Octubre y se celebra el referéndum con cargas policiales en muchos lugares. Quince días después, Sánchez y Cuixart ingresan en prisión preventiva. Con ellos ya en prisión, el Parlament declara la independencia de Cataluña.
Inmediatamente Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, cesa al gobierno catalán y se disuelve el Parlament. Puigdemont y varios consejeros huyen y abandonan España. El resto comienza a asumir unas consecuencias que iban a ser muy graves y a los pocos días tras declarar ante el juez Llarena, acaban en prisión.
La sentencia del juicio del 'procés' en octubre de 2019 confirma su ingreso en prisión. Todos reciben penas de hasta 134 años por malversación y sedición. Esto provoca graves episodios de violencia en Cataluña.
Ahora tras dos años de esa sentencia y contra la opinión del Tribunal Supremo salen de la cárcel.
Pero la historia parece que no acabara aquí. Ellos insisten: lo volverán a hacer.