Una réplica de 'La cabina' del cineasta Antonio Mercero ha llegado este miércoles a la plaza de Arapiles en el distrito Chamberí (Madrid) para rendirle homenaje. Un recuerdo está cerca del lugar donde se rodó su película, que se emitió el 13 de diciembre de 1972, consiguiendo un premio Emmy al mejor telefilme.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de la Junta Municipal del distrito, ha llevado a cabo la propuesta en colaboración con la Fundación Telefónica y la Academia de Cine. La propuesta fue aprobada por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento de julio de 2018.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, y el concejal del distrito de Chamberí, Javier Ramírez, junto a representantes de los grupos municipales, miembros de la Fundación Telefónica y de la Academia del Cine y familiares del cineasta también han participado en la inauguración de esta cabina telefónica.
Su impulsor ha sido el guionista madrileño David Linares, quien escribió un tuit hace tres años señalando "lo bonito que sería" hacer un homenaje al director tras su fallecimiento. Horas después, recibió el apoyo de directores como Santiago Segura o Alex de la Iglesia, así como de muchos ciudadanos, para realizar la propuesta al Consistorio. "Era un genio que fue capaz de retratar varias generaciones en sus obras. Escribía historias y retratos de nosotros como el amor, la familia, el trabajo, que están muy ligadas a las personas. El tiene la magia de que podamos seguir viviéndolo con sus obras", ha recordado el guionista en el acto.
El argumento de 'La cabina' desarrolla una parábola kafkiana que "logra inquietar e inducir miedo" al espectador, que fue pintada de color rojo para "crear angustia". Una comedia con "toques sombríos" cuya historia tiene lugar de principio a fin en el interior de una cabina telefónica.
"Su película nos lleva a recordar lo mejor que hemos hecho cuando ahora, grandes producciones dan la vuelta al mundo. Al pasar por aquí recordaremos su obra y aquel tiempo donde no era fácil ser localizable o había que llevar dinero para llamar", ha subrayado Levy.
Ignacio, uno de los hijos de Antonio Mercero, ha resaltado la representación de la sociedad que hacía su padre con "valores temporales", como 'Verano Azul'. "Nos daba lecciones de vida: amor y humor. Parece fácil trabajar con eso, pero no lo es", ha indicado emocionado.
Por su parte, el director de Conocimiento y Cultura Digital de la Fundación Telefónica, Pablo Gonzalo, ha resaltado la "ilusión" que tenía la multinacional de rendir un homenaje al cineasta a través de una cabina telefónica, que ha formado parte del paisaje urbano de las ciudades. "Hemos vivido varias anécdotas en este espacio, donde teníamos esa necesidad de comunicarnos y conectarnos entre las personas. Eso es lo que ha hecho que sea posible este proyecto, gracias a David Linares que nos unió. Es muy emocionante", ha asegurado el Gonzalo.
IMPACTO DE LA PELICULA
Según el miembro de la Junta Directiva de la Academia de Cine, Azucena Rodríguez, esta obra "marcó a la gente" porque cuando entraban a la cabina telefónica ponían el pie. Una película que fue "muy popular e impresionó mucho", pero que "caló" en los espectadores de la época.
"Para los cineastas nos da alegría que se llenen de homenajes a los hombres y mujeres de la cultura. Ojalá que la gente que sienta el impulso de asomarse a las películas de Mercero porque se lo pasarán bien y conocerán cómo somos y éramos", ha señalado Rodríguez.
