El teletrabajo ha sido otra de las consecuencias de la pandemia. Una forma de trabajo que ha abierto más de una brecha informática de la que se acaban aprovechando los hackers. Los ciberataques se han disparado un 70% con la pandemia. Lo que buscan los ciberdelincuentes, además de información, es dinero.
El coronavirus y la extensión del teletrabajo se han convertido en el peor enemigo de la ciberseguridad.
Los expertos recomiendan que las empresas inviertan en planes de seguridad porque muchos estamos ahora trabajando con nuestros ordenadores desde casa.
Sí hace años los ciberdelincuentes buscaban notoriedad, con la pandemia, lo que buscan es rentabilizar la información que obtienen de las empresas mediante software maliciosos.