La prisión permanente revisable es el máximo castigo del código penal español. Se aplicó por primera vez a David Oubel, el Monstruo de Moraña (Pontevedra), que mató a sus dos hijas, pero hay además más de una quincena de casos. Muchos son mediáticos.
Igor el Ruso, por el asesinato de tres personas. El del descuartizador de Pioz, Patrick Nogueira, que mató y descuartizó a sus tíos y a sus primos, el asesino de Diana Quer, José Enrique Abuín, alias El chicle o Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable por asesinar en 2018 al niño Gabriel Cruz en Almería.
Desde 2015, que se introdujo en nuestro código penal, en España hay casi treinta reos están cumpliendo prisión permanente revisable.
Estos presos no pueden optar a una revisión de su condena hasta pasar 25 años entre rejas y siempre que tengan un buen pronóstico de reinserción.