El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó este martes los cambios en su equipo tras la salida de Salvador Illa como ministro de Sanidad, cartera que asumirá ahora Carolina Darias, hasta ahora ministra de Política Territorial. Por su parte, el líder del PSC, Miquel Iceta, entra en el Ejecutivo para asumir el Ministerio de Política Territorial y Función Pública.
Sánchez destacó que Darias e Iceta “conocen muy bien los ámbitos donde ahora desempeñarán su tarea”, por su “experiencia y cualidades”.
En el caso de Darias, recordó que ya estaba en “el día a día de la gestión de la pandemia, en primera línea” junto a Illa y que, además, conoce el sentir autonómico por su paso por el Ejecutivo canario como consejera.
Respecto a Iceta, subrayó que este “estudioso de la política” es una “persona de ideas y de construir consensos”. “En un Estado compuesto y enormemente descentralizado” donde “la cogobernanza ha llegado para quedarse” porque es “imprescindible” ya que la sanidad, la dependencia, la educación están en manos de la comunidades autónomas, “Miquel Iceta es la persona que encontrarán declinando todos los verbos con ese prefijo: cooperación, colaboración, coordinación, cogobernanza”. “Miquel Iceta es un hombre de acuerdo y también de concordia”, afirmó el presidente.
La entrada de Miquel Iceta, primer secretario del PSC, en un Gobierno de Pedro Sánchez –como ministro de Política Territorial y Función Pública- era un movimiento que antes o después “tenía que pasar”, dicen fuentes socialistas, porque el líder de los socialistas catalanes es una de las personas más próximas al presidente. Hasta en los peores momentos de Sánchez, cuando mandos del partido le hicieron dimitir, recuerdan fuentes socialistas, Iceta estuvo junto al secretario general del PSOE. Por eso, y porque forma parte de su “núcleo duro”, su nombre es de los que siempre ha sonado cuando se acercaba alguna composición de Gabinete.
Junto a ello, apuntan fuentes consultadas por Servimedia, están las “ganas” que “desde hace tiempo” tiene Iceta de salir de la primera línea de la política catalana tras los “duros” años del desafío independentista. Además, subrayan, su figura quedó marcada en Cataluña con el momento en el que el PSOE de Sánchez apoyó al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en esa comunidad autónoma.
Con ese trasfondo, tras la victoria electoral en abril de 2019, Sánchez intentó el nombramiento de Iceta como presidente del Senado, pero ERC vetó su designación como senador autonómico y frenó así su opción de presidir la Cámara Alta.
Pero la pandemia cambió el escenario político e Illa, por su talente y su labor como ministro de Sanidad, cogió vuelo propio y se apostó por su designación como candidato a las elecciones autonómicas del 14F en Cataluña.
El cierre de esta jugada para crear el ‘efecto Illa’, ideada entre Sánchez e Iceta, entre La Moncloa y PSC, concluía con Iceta, por fin, cerca de Sánchez en Madrid. Nuevamente en La Moncloa, donde se curtió políticamente como ‘fontanero’ en los primeros Gobiernos de Felipe González, con Narcís Serra.
El líder de los socialistas catalanes representa ese carácter catalanista clásico que había sido seña de identidad del PSC y que se había diluido antes de hacerse él con los mandos del partido “hermano” del PSOE.Con su nombramiento como ministro, este político catalanista, que no nacionalista, que cada día publica un ‘haiku’ (poema breve japonés) en Twitter, vuelve a la capital para participar en la política nacional.