La navidad no tiene que ser sinónimo de despilfarro. No tirar comida y aprender a cocinar con restos es algo que hacían nuestras abuelas.
Ahora lo enseñan en un taller de Madrid que además sirve comida a los que lo necesitan.
Aprovechamiento de todo el animal y todo el alimento porque “realmente muchas familias lo necesitan y no se puede desperdiciar comida. 150 platos para familias vulnerables” nos cuentra la cocinera.
Una filosofía de vida
Guisos de garbanzos con cangrejo y rape delicioso. Si sobra sopa de marisco por navidad, se puede convertir en arroz para otro día”
“Tenemos que cuidar más a nuestro planeta y a nosotros” nos advierten. Es una filosofía de vida parecida al reciclaje.
La Fundación Madrina es la encargada de distribuir esos manjares solidarios.